metro
todos los asuntos que se pueden vivir en el lugar más loco de santiago
jueves, abril 14, 2005
No lo hagas
Hoy me fui con las pepas bien abiertas en el metro. Quería actualizar el blog metrógeno. Por primera vez en mucho tiempo (tres días en realidad), no iba leyendo, sino que observando.
Se me ocurrió ir a estudiar sola en la biblioteca central de la u. Después de clases partí para allá, tipín 16:30, y me quedé hasta las 19:00. Me habría quedado más tiempo pero mis neuronas ya no estaban haciendo sinapsis, además tenía muchísima hambre ya que no había almorzado por salir apurada de casa.
Les he contado que soy una flaca debilucha?, pues lo soy. A mi no más se me ocurre pedir ‘el libro verde’ para llevarlo a casa. El mismo que me va a torturar todo este semestre. Se los presento; se llama Tratado de Fisiología Médica y su creador es Guyton. Tiene 1262 páginas y pesa una tonelada.
Siguiendo con las buenas ideas, como ya les dije, me fui a casa en la hora pick. Esto me trajo como consecuencia no lograr subir al primer carro de metro. Y tampoco al segundo. Y tampoco al...ya, si, si me subí al tercero. A empujones pero subí. Quedé como pan amasado sin levadura, pero subí. Abrazando al Guyton con el brazo izquierdo y a mi mochila con el derecho. Respirando aire con el 0,1% de oxígeno.
Las personas a mi alrededor eran del tipo profesional sin auto y obrero en las mismas. Hombres con terno y cara de soy-junior. Mujeres con traje y cara de soy-secretaria. Caballeros cuarentones con chaleco y cara de hoy-salí-a-buscar-pega-y-no-encontré (o no me quisieron dar porque soy ‘viejo’ en el siglo XXI). También habían algunos pares míos, si tampoco soy la única estudiante que se va tarde a casa.
La mayoría iba con los ojos cerrados. Me parece normal en los que van sentados, pero también se daba en los que iban de pie, lo cual me pareció sospechoso. No creo que fueran durmiendo, cómo!, o sea, afirmándose de dónde?. Creo que la gente cierra sus ojos en un lugar público como ese cuando ya no puede más de cansancio. Cuando quiere olvidar. Cuando quieren llegar a casa y dormir. Pero algunos no pueden, ser adulto responsable de una familia definitivamente es no llegar a casa a descansar. Es llegar a atender a tu gente.
Tantos rostros, tantas vidas.
Por eso me molesta tanto cuando una persona trata mal a otra. Peor si no la conoce. Hay personas que tienen tantos problemas en su cabeza, que si alguien le rebasa el vaso sólo puede empeorar la situación. Por eso siempre trato de ser amable con los conocidos y con los desconocidos. No sé cuáles son sus historias.
Dicen que el cambio comienza por uno mismo. Yo les creo.
Archives
abril 2005
mayo 2005
junio 2005
julio 2005
agosto 2005
septiembre 2005
octubre 2005
noviembre 2005
diciembre 2005
enero 2006
marzo 2006
abril 2006
mayo 2006
agosto 2006